Por Arturo Molina
Morelia, Mich., a 27 de junio del 2024.- Los comuneros de Tzintzuntzan se rehúsan a ceder el Convento Franciscano de Santa Ana en la región lacustre. Acusan a la arquidiócesis de despojar a los pueblos originarios de su patrimonio.
En un comunicado, señalaron al arzobispo Carlos Garfias Merlos de ser indiferente ante el patrimonio indígena de Michoacán, ya que el inmueble es parte de la tradición de la Huatapera.
La comunidad se niega a ceder los derechos del convento, afirmando que ha sido la comunidad indígena la que ha promovido su restauración en colaboración con los tres niveles de gobierno, la Asociación Civil Adopte una Obra de Arte y empresas solidarias.
Aclararon que el clero no tiene la custodia del edificio y que la Comunidad Indígena en Asamblea Comunal, su máximo órgano deliberativo, ha decidido no ceder la custodia del edificio a ningún nivel de gobierno y mucho menos al clero, acusándolos de intentar despojarlos de lo que les pertenece mediante difamación y desprestigio.
Lamentaron que, a meses de celebrar los 500 años del inicio de la evangelización de la capital del Imperio Purépecha, parece que siguen bajo el sometimiento de la Iglesia, pues perciben una falta de coherencia entre el testimonio de algunas autoridades eclesiásticas y el evangelio que predican.
También señalaron al sacerdote Sergio Chuela Álvarez y al arzobispo Garfias de poner en riesgo la armonía de la comunidad, donde ya se vive un ambiente de confrontación.
Cabe destacar que en dicho convento también se encuentran el Templo de Nuestra Señora de la Soledad, el Atrio de la Capilla Abierta de la Concepción, la Capilla de la Tercera Orden y el Atrio de los Olivos.