Por Arturo Molina
Morelia, Mich., a 15 de febrero del 2025.- “No somos partidarios de que la iglesia católica tenga encuentros con delincuentes”, sentenció el gobierno de Michoacán.
Luego de que obispos de Guerrero pactaron pacificar regiones completas con líderes delincuenciales, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla acusó que dicha acción pretende “normalizar” la ilegalidad y la violencia.
“Es totalmente indebido, no es correcto porque se fomenta de alguna u otra forma por la influencia social que tiene la iglesia pues malas prácticas. Se pretende normalizar algo que es ilegal y que daña a la sociedad”, señaló.
En entrevista, el mandatario estatal discrepó de las ideas de los párrocos y obispos del estado vecino. Recordó que la separación del estado y la iglesia se gesta para evitar la intromisión del poder religioso del estado mexicano en procesos coyunturales.
El obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, anunció ante la opinión pública nacional que los cuatro obispos de Guerrero buscan una tregua con líderes de grupos delincuenciales para buscar la pacificación del estado.
En el caso de Michoacán, los obispos se han reunido para exigir acciones de pacificación por parte de los tres órdenes de gobierno. En el caso de los obispos de Morelia, Zamora y Apatzingán exhortaron a los partidos políticos a no negociar con los delincuentes.
