Por Arturo Molina
Morelia, Mich., a 2 de octubre del 2024.- La deficiente gestión y las omisiones institucionales en los centros de detención municipales de Michoacán han resultado en cientos de personas heridas y más de una decena de fallecidos.
El informe de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) detalla que, en un periodo de cinco años, se registraron 690 personas lesionadas dentro de los centros de detención, comúnmente conocidos como “barandillas”.
Asimismo, se contabilizaron 14 muertes debido a lesiones ocurridas en estos recintos. Dichos casos están actualmente bajo investigación por la Fiscalía General de Michoacán (FGE).
Zitácuaro es el único municipio en el estado que cumple con las normativas vigentes y cuenta con instalaciones adecuadas. El resto de las jurisdicciones, incluida Morelia, presentan incumplimientos significativos en casi todos los aspectos.
Adicionalmente, cerca del 50% del personal que opera los centros de detención municipales carece de formación y capacitación en derechos humanos.
A pesar de los esfuerzos de la Comisión para evaluar el sistema administrativo de detención, aproximadamente la mitad de los municipios no permitieron la realización de visitas de inspección por parte del personal de la CEDH. Dicha negativa podría estar relacionada con una falta de voluntad para someterse a la supervisión y evaluación públicas.
