Todas conocemos la horrible sensación de comprar unos bonitos zapatos pero que después de usarlos un día descubrimos que nos aprietan demasiado. Es probable que tengas un centenar de ellos pero cada vez que los miras en tu armario sabes que es un sinónimo de dolor de pies.
Si pudieras estirarlos y hacerlos aún más cómodos sería perfecto, ¿verdad? Afortunadamente existen unos cuantos trucos que te salvarán de lidiar con estas horribles molestias para que puedas lucir los fabulosos zapatos que tanto amas.