
Por Pamela Vázquez vía Glamour
El Día de las Madres no solo se celebra con regalos, invitaciones a comer o viajes, también puedes honrar su objetivo con algo tan sencillo como una sesión de yoga especialmente diseñada para madres e hijas porque las ayuda a mejorar su relación.
Por si no lo sabes, el vínculo madre-hija (incluyendo todo el árbol genealógico femenino) juega un papel muy importante en el desarrollo de cada persona, pues es la primera relación humana que experimentamos. Además, según Daniel Goleman explica en su libro Inteligencia emocional, las conexiones neuronales que suceden durante el embarazo suelen ser las más poderosas que experimenta una mujer, de ahí que exista el famoso “instinto maternal” del que muchos hombres carecen por naturaleza.
Con este pequeño background en mente basta para notar la importancia que tiene cuidar o sanar la relación con tu mamá y la rutina de yoga para madres e hijas que tenemos para ti será de mucha ayuda.
¿Quieres reconectar con tu mamá? Invítala a practicar esta rutina de yoga el Día de las Madres
El primer paso de esta sesión comenzará con la posición más básica del yoga: Sukhasana. Para colocarse, tomen asiento sobre un mat o un zafu, crucen sus piernas y coloquen sus muñecas sobre sus rodillas. Cierren los ojos y respiren profundo 5 veces; luego, digan en voz alta “abro mi corazón para dejarte entrar” seguido de afirmaciones positivas sobre su relación y asipiraciones que les gustaría cumplir para mejorar su relación.
Para este punto ya habrán entablado una conexión latente, asi que el paso siguiente es ponerse de pie una frente a la otra para practicar Virabhadrasana al estilo espejo: viéndose a los ojos, lleven la misma pierna hacia atrás mientras flexionan la otra hasta que llegue a un ángulo de 90 grados; al mismo tiempo, eleven sus brazos para formar una línea recta con su torso.
Depués de cuatro respiraciones, giren su torso hacia la pierna que estiraron sin dejar de verse y bajen sus brazos aún estirados uno frente a su torso y otro detrás de este. Así habrán llegado a Virabhadrasana II.
Para pasar a Shanti virabhadrasana, simplemente inclinen su torso hacia atrás, respiren 2 veces y cambien de dirección en Utthita trikonasana hasta que puedan juntar las manos de los brazos que está en dirección al techo. Regresen a la posición inicial frente a frente y repitan el mismo proceso del lado contrario.
Al terminar la serie anterior, bajen al piso y estiren sus piernas y manos juntando sus plantas y palmas en Paschimottanasana. Respiren 4 veces y luego, sin soltarse de las manos, regresen a la Sukhasana para terminar esta meditación nuevamente con los ojos cerrados y pronunciando palabras de cariño y aceptación entre ustedes.