La popularidad del jengibre ha aumentado considerablemente y no es de sorprenderse, pues es una de las raíces que más propiedades tiene y mayores beneficios reporta a nuestra salud.
Sin embargo, causa mucha curiosidad la manera en que puede incorporarse a una dieta regular, pues su sabor tan particular es recibido de distintas maneras, lo cierto es que es mucho más sencillo tener un consumo regular, si eliges la manera adecuada de consumirlo.
El jengibre es sumamente rico en vitaminas y minerales, lo cual lo vuelve perfecto para procurar nuestro bienestar y encaminarnos hacia un estilo de vida mucho más saludable.
Cómo consumir jengibre
Por su sabor ácido y picante, existe un universo de posibilidades para consumirlo, así que te daremos las maneras más sencillas y deliciosas de lograrlo.
Jengibre como condimento
Si estás comenzando a familiarizarte con su sabor, una de las maneras más sencillas de incorporarlo es utilizando el polvo de jengibre como un condimento. Es perfecto con pescados y también con carnes rojas, lo único que debes hacer es mezclarlo con unas gotas de limón para que puedas aportar un toque fresco y picante a tus platillos.
Es recomendable que lo uses al momento de la cocción para potenciar todos los sabores.
Jengibre rallado en una sopa
Una de las maneras más deliciosas de incorporarlo a tu dieta es usarlo crudo y agregarlo a una sopa o crema para disfrutar de un toque extra de sabor, sin que se note en exceso.
Deberás lavar el jengibre y retirar toda la piel con ayuda de un pelador para papas o cuchillo en todo caso, es sumamente delgada, por lo cual es posible hacerlo fácilmente. Una vez que ya esté completamente sin piel, puedes rallarlo en tiras delgadas o cortarlo en rodajas.
Queda ideal con caldos o con sopas cuya base sea el jitomate o la zanahoria para aportar un toque de acidez delicioso.
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Jengibre con verduras salteadas
Al igual que pones a la plancha las calabacitas o alguna otra verdura, es posible hacer lo mismo con el jengibre.
Una vez que lo hayas lavado y retirado completamente la piel, puedes cortarlo en rodajas gruesas para combinarlo con verduras como zanahoria y brócoli. Si quieres un sabor muy casero, puedes agregar aceite de oliva para abrillantar los sabores, pero si estás en búsqueda de algo más elaborado, puedes agregar semillas y aceite de sésamo junto con salsa de soja para que tenga un sabor más oriental.
Jengibre en infusión
Si eres fanática de los tés y las infusiones, utilizar el jengibre en esta bebida te resultará algo delicioso. La manera más sencilla de lograrlo es utilizando jengibre molido con limón.
Cuando el agua esté hirviendo, deberás agregar dos cucharadas de jengibre y dejar que se concentre el sabor, una vez que lo hayas logrado, agrega el jugo de limón al gusto. Si quieres darle un toque extra, la canela es perfecta.
El mix del limón y el jengibre es sumamente poderoso, pues la vitamina C refuerza sus propiedades.
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Smoothie de jengibre
Si prefieres tomarlo durante la mañana, nada como un smoothie que te ayude a desintoxicar tu cuerpo con un sabor ideal. Para lograrlo únicamente necesitarás un aproximado de 120 gramos de fresas, el jugo de dos naranjas recién exprimido, el jugo de medio limón, 1 zanahoria en trozos, 35 gramos de jengibre y puedes endulzar con miel al gusto.
Lo único que deberás hacer es agregar todos los ingredientes a la licuadora y moler hasta que obtengas una consistencia uniforme. Es perfecto para llevar a cualquier lado y es sumamente rico en vitamina C, te aseguramos que una vez que lo pruebes, no querrás dejarlo.